Según un estudio publicado en JAMA, los problemas depresivos son más frecuentes en hombres, por otro lado, la edad del paciente (hombres o mujeres) también influye en padecer de depresión post COVID. https://jamanetwork.com/journals/jamanetworkopen/fullarticle/2777421?utm_source=For_The_Media&utm_medium=referral&utm_campaign=ftm_links&utm_term=031221
Entre los resultados se encuentra la presencia de dolores de cabeza asociados con alta probabilidad de síntomas moderados o altos de depresión. Como sabemos, la depresión se caracteriza por una tristeza persistente durante al menos dos semanas y por la pérdida de interés en las actividades que normalmente disfrutamos, así como por la incapacidad para llevar a cabo actividades cotidianas.
Usualmente la depresión es causada por una combinación de factores genéticos, biológicos, ambientales y psicológicos. Es una condición frecuente, pero a la vez es grave e interfiere con la vida diaria, como, por ejemplo, con la capacidad para trabajar, dormir, estudiar, comer y en general de disfrutar de la vida.
Algunas investigaciones indican que el riesgo genético de la depresión es el resultado de la influencia de varios genes que actúan en conjunto con factores ambientales y otros factores de riesgo.
La gravedad, frecuencia y duración de los síntomas varían dependiendo de la persona y su condición en particular y no todas las personas con condiciones depresivas experimentan los mismos síntomas.
Las personas con depresión suelen presentar varios de los siguientes síntomas: pérdida de energía, cambios en el apetito, necesidad de dormir más o menos de lo normal, ansiedad, disminución de la concentración, indecisión, inquietud, sentimiento de inutilidad, culpabilidad o desesperanza y pensamientos de autolesión o suicidio.
Sin embargo, la depresión se puede tratar con psicoterapia y en algunos casos en combinación con medicación antidepresiva.
La depresión es una condición comórbida frecuente que complica la búsqueda de ayuda y la adherencia al tratamiento. Existe evidencia de que la depresión predispone al ataque cardíaco y la diabetes, lo que a su vez aumenta la probabilidad de padecer depresión.
Las personas expuestas a violencia frecuentemente experimentan una variedad de reacciones que incluyen: ansiedad, estrés, frustración, temor, irritabilidad, enojo, dificultad de concentrarse, pérdida del apetito y pesadillas.